El Bosque de la Habana
Reportaje fotográfico.
Para despedirme de la ciudad hice esta caminata diurna por el bosque de la Habana siguiendo el curso del río desde el parque Almendares, atravesando los jardines de la Tropical, La Polar y el parque forestal, hasta el cruce de Boyeros y Santa Catalina.
Puente del río Almendares
Río Almendares
Puente visto desde la ribera del río
Jagüey centenario en el parque Almendares
El río sí es cristalino
Adentrándome paso a paso en el bosque
¡Uhhhhh! ¡Qué miedo!
Comienzan a aparecer espectros
Lianas y ramas me quieren tocar
Vista del cauce
En los jardines de la Tropical hago una pausa
Entrada a uno de los salones de fiesta
Curioso edificio surrealista
Una vista desde la torre
Calzada de Puentes Grandes
Fábrica de Papel en las márgenes del río
Entrada al Parque Forestal
El parque con gran variedad de árboles
Más árboles
Árboles, árboles, árboles
Cruce de las avenidas Boyeros y Santa Catalina
Mapa del recorrido
Comentarios
conoces el poema al Almendares, de Dulce María Loynaz?
Besitos!
Besos!
GRACIAS!
abrazos
Yordy
Yo no diré qué mano me lo arranca,
ni de qué piedra de mi pecho nace:
Yo no diré que él sea el más hermoso…
¡Pero es mi río, mi país, mi sangre!
http://www.postaldecuba.com/almendares#more-873
Mientras tuye 10 y 12 años, visité casi a diario el Parque Almendares en el horario de almuerzo y tarde, incluído las largas caminatas en el profundo bosque de La Habana. Del colegio donde estudiaba a la entrada del parque, solo dos calles lo separaban.
Pero como si fuera poco este privilegio, he tenido vínculos muy directos con todos los jardines de la Tropical hasta llegar a Puentes Grande de donde proviene una parte de mi familia Bobadilla, así que la ruta que trazaste practicamente sería una de las mías en un retorno físico a La Habana.
Y para completar la emoción que me has hecho sentir, irrumpió tu blogt mi búsqueda de datos y referencias que hago, mientras escribo un libro basado en mi padre que vivió pobremente sus primeros años de vida en un cueva de las orillas del rio en la entrada del bosque.
Un abrazo desde Barcelona,
Inés
PD. las fotografías son bellas