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[Textos y Reportaje Fotográfico enviado por Estevez desde Matanzas.]Poco a poco la plaza se fue llenando, ya a las seis y treinta había cientos de personas, unos escuchaban poesía, otros conversaban o compraban flores o collares de seis colores... Pacheco estuvo desde la mañana testimoniándolo todo con su lente prodigioso. Una pasarela de trajes de fantasía del diseñador Michelle recorrió también los adoquines de la Plaza.
Colores en el cuerpo y en las columnas de la Plaza, y Samuelito lleno de collares.

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