Borregården i Borrby
Mucha gente que vive en las grandes ciudades desea apartarse por un tiempo del ruido, del comercio, de la contaminación. Al sur de Suecia, a pocos kilómetros del pueblo Borrby, se encuentra el sitio ideal. Como un oasis en medio de la campiña, se levanta un edificio construido en 1889 que en principio fue refugio para los pobres, luego sanatorio y más tarde propiedad de la iglesia.
Sus actuales propietarios, en apenas unos años han devuelto el esplendor original
de la vivienda transformándola en un
hotel que asombra por su belleza y la hospitalidad de sus dueños. Las
habitaciones para los huéspedes tienen decoraciones diferentes y se identifican
no con números sino con nombres. No hay estancias similares, cada espacio tiene
un especial atractivo: salones de estar, corredores, la biblioteca y el amplio
comedor consiguen que te sientas como en casa. El relajamiento que uno busca lo
alcanza al contemplar los campos de cultivos, los jardines y las fuentes. Para
más confort, uno puede comer el pan recién horneado y los platos y los postres
que recuerdan la comida del hogar.
Si otra vez vuelvo a escapar de la ciudad, ya sé cuál es el destino: Borregården.
Comentarios