El Consejero
¡Ya viene, ya viene! Una voz anuncia a los vecinos la proximidad del hombre. El pueblo se agita. Por un momento pienso que se ha alborotado un hormiguero. Hay un trasiego de gentes que va y viene por los callejones; después de conocer la noticia y enterar a los suyos, corren hacia la plaza. Tendrá que pasar por allí de todos modos. ¡Cómo se agolpan! Algunos hacen una fila, otros con habilidad intentan ser los primeros. El hombrecito de los consejos hace su entrada en el pueblo. No ha dado un paso y ya están rodeándolo. Lleva en alto una pancarta: OFREZCO CONSEJOS. La multitud no deja de acribillarlo con sus urgencias; se le enciman, casi lo aplastan. El hombre registra concienzudamente la información y trata de dar una respuesta sencilla, lo más rápido posible para interesarse en el siguiente problema. El pago es una sonrisa o un "gracias" opacado por la confusión y el gentío. Y es que estas personas han esperado mucho el arribo de este buen señor quien sólo atraviesa el case...
Comentarios
que emoción!!!
gracias por este hermoso regalo!, no sé que decir, me has dejado sin palabras
y la frase... es algo que me he reptido tanto y que he tratado de grabarme para apreciar lo que tengo en el momento y no perder mis momentos en cosas que he de alcanzar para quizá no ser nada al final
que hermoso post
gracias en serio
y te pìdo una disculpa por el silencio pero he andado muy ocupado.
Un abrazo enorme a la distancia que se acorta con detalles tan increíbles como estos.
por cierto... ese Mauricio del comment pasado era yo.
Abrazo de nuevo.
en realidad la frase la inspiraste tú. Amiro tú técnica como bloguero. No atiborras demasiado, escribes escueto y profundo sobre los temas que nos ocupan a todos. Cuando leo tus post me sobreviene un dispar equilibrio para reflexionar y trasmutar. Creo que algo parecido le pasa a tus blogueadictos. Por eso te siguen, porque le insuflas esperanza para permanecer AQUI.
Migue, hermosa foto, y encima: tu comentario me deja estremecida, porque me cuentas lo que me pasa. Ay, Migue!
Besitos
creo que esto nos ha pasado a todos alguna vez. La foto la tomé en La Habana en el barrio de Playa donde yo viví.
Un placer tenerle cerquita, aunque no nos conozcamos.
Saludos.
el placer es mío al dejar su comentario en mi blog. Ya somos dos que opinamos que Mau es un buen bloguero que consigue hacer pensar a sus lectores sin cansarlos con parrafasadas. Bienvenida de vuelta.
Un abrazo.